REDACCIÓN BBN
Una investigación de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) está acercando un reto que podría parecer de ciencia ficción pero no lo es: que los marcapasos estén conectados a Internet. El protocolo de seguridad Ladón, desarrollado por la ingeniera Jasone Astorga, supone un paso más en el camino de la motorización remota de pacientes con sensores implantados. Este sistema cuenta con características revolucionarias que hacen posible la implementación de aplicaciones que garantizan la privacidad en este tipo de sensores, es decir, que la información médica se proporcione exclusivamente a peticiones legítimas y autorizadas.
El área de la sanidad no es ajena a la revolución de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Gracias a los últimos avances en microelectrónica y tecnologías de comunicación, no es difícil imaginar un futuro con sensores médicos conectados a Internet.
El envejecimiento de la sociedad precisa nuevas y más rentables soluciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir la carga que eso supone para el sistema de bienestar social. En las sociedades occidentales modernas, la implantación de marcapasos y desfibriladores cardioversores implantables (DCIs) está creciendo rápidamente. Este tipo de dispositivos controla el ritmo cardíaco, y, en caso necesario, envía una respuesta apropiada para hacer latir al corazón a un ritmo adecuado. Además, registran patrones de actividad del corazón cuando detectan un ritmo cardiaco anormal. Esta información es chequeada, monitorizada, periódicamente por un médico, para planear su tratamiento futuro. Para ello, la información se transmite de forma inalámbrica a un dispositivo externo. Actualmente, esta comunicación se lleva a cabo en dependencias hospitalarias.

Los principales fabricantes de marcapasos y DCIs han empezado a comercializar dispositivos de administración remotos. La monitorización remota de sensores médicos implantables e inalámbricos es un campo en constante avance, que, sin embargo, tiene todavía claras deficiencias. La conexión directa de los sensores médicos a Internet es el siguiente paso natural en esa evolución, y, gracias a ello, los médicos podrán obtener la información almacenada por los sensores en cualquier momento y desde cualquier dispositivo conectado a Internet.
A pesar de su gran potencial, el éxito de un sistema de monitorización de este tipo está condicionado, entre otros, por la protección de la privacidad de la información transmitida. La investigadora Jasone Astorga, del departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la UPV-EHU, ha desarrollado el protocolo de seguridad Ladón, un mecanismo eficiente de autentificación, autorización y establecimiento de claves extremo a extremo (claves para la comunicación entre el terminal utilizado por el médico y el dispositivo del paciente), que proporciona características revolucionarias a este tipo de sensores.