REDACCIÓN BBN
Como todos los años, la Policía municipal de Bilbao iniciará este lunes 16 de febrero una campaña para controlar los atropellos en las vías urbanas que se prolongará hasta el domingo 22. Los agentes realizarán una media de cuatro controles diarios, dos por la mañana y dos por la tarde, en aquellos pasos de peatones que, por su diseño o ubicación, resultan más peligrosos desde el punto de vista de la seguridad vial; y otros cuatro, repartidos de la misma forma, en las zonas de tránsito de bicicletas más habituales.
La campaña, dirigida a vigilar infracciones, pretende que conductores, ciclistas y peatones cumplan el reglamento de circulación para reducir el riesgo de accidentes y atropellos. «La concienciación y la advertencia, más que el objetivo sancionador, presiden el espíritu de esta iniciativa», explican desde la propia Policía Municipal.
En este sentido, durante las dos campañas para controlar los atropellos que se llevaron a cabo en 2014, tuvieron lugar 57 controles y sólo se impusieron 3 denuncias, aunque se apercibió a 285 peatones sobre el riesgo de su comportamiento.
¿Qué nos aconsejan?
Tanto buen comportamiento del peatón a la hora de cruzar la calzada como una correcta maniobra y extrema precaución del conductor resultan fundamentales en la prevención de los atropellos. Ambos se convierten en agentes activos de la seguridad en la carretera y para ellos van dirigidos los siguientes consejos:
Conductores:
-Extremar la precaución en las entradas y salidas de los garajes.
-No estacionar cerca de los pasos de peatones.
-Aumentar la atención durante el atardecer en las travesías y zonas con poca iluminación.
-Extremar la atención en zonas frecuentadas por niños como el las proximidades de colegios o parque infantiles.
Peatones:
-Cruzar por los lugares habilitados y asegurarnos de que los conductores conocen nuestra intención de cruzar.
-Al cruzar por un lugar no señalizado debemos mirar a ambos lados de la calzada y cruzar cerca de cruces, donde la atención de los conductores es mayor.
-No irrumpir repentinamente en la calzada.
