GAIZKA ESPARZA
Sin querer hacer apología de los graffitis, es a veces en las calles donde encontramos mensajes que resumen bien lo que queremos decir. El 8 de marzo sigue siendo una fecha para la reivindicación y para recordar a la sociedad que aún queda mucho trabajo para alcanzar la igualdad real entre mujeres y hombres. Pero también es una jornada para agradecer a todas aquellas activistas que dieron la cara en tiempos difíciles, llegando incluso a poner en riesgo su integridad física, por luchar contra los cánones establecidos (y a las que siguen haciéndolo, aquí y en el resto del planeta). Sin ellas el mundo no hubiera avanzado, porque hay que recordar que el movimiento feminista no lucha únicamente por las mujeres, lo hace por conseguir una sociedad más justa para todas las personas.
En 1910, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, un grupo de ellas se reunió en Copenhague, donde a propuesta de Clara Zetkin, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El objetivo era promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio para las mujeres
Es verdad que han sido muchos los logros conseguidos, y esto es quizá lo que hace que cada año por estas fechas vuelvan a surgir los mismos debates. Hay quienes dudan de la necesidad de su celebración, o quienes se quejan porque los hombres no tienen un día asignado en el calendario. Pero la realidad es la que es. En pleno siglo XXI nacer mujer sigue acarreando tener que convivir con situaciones de inferioridad en muchos aspectos de la vida.
Sin duda la mayor lacra es la violencia de género, que la padece un tercio de las europeas, y que en el Estado español ha acabado con la vida de casi 60 mujeres durante 2014. A esto hay que sumarle las peores condiciones laborales que padecen y el hecho de que una mujer europea pase 26 horas en el trabajo no remunerado frente a las 9 de un hombre. El reparto de roles sigue obligando a que ellas sean las que carguen con el peso del cuidado de sus familias y parejas, un peso que dificulta en muchos casos su despegue profesional.
Atendiendo a los temas que solemos tratar en BBN, hemos querido conocer lo que opinan de este día y de la lucha feminista mujeres que trabajan en el campo de la comunicación, de la cultura, del deporte, de la universidad, de la ayuda al desarrollo y del mundo del emprendimiento.
La igualdad en los medios
Andrea Momoitio, es periodista y subdirectora de Pikara Magazine, una revista que ofrece un enfoque feminista, crítico y transgresor. Un medio que considera la perspectiva de género como una cuestión de compromiso social y que pretende ser un espacio de encuentro para todas las personas que crean en la igualdad de derechos basada en el respeto a la diversidad.
Andrea cree que esta fecha es necesaria para poner sobre la mesa que las mujeres siguen estando en una situación de desigualdad brutal respecto a los hombres. Se queja de que se siga hablando del Día de la Mujer, cuando desde el movimiento feminista, dejaron de hablar del sujeto mujer para hablar en plural. «Es una forma de entender que somos diversas, que partimos de situaciones muy diferentes dependiendo de nuestros contextos sociales, económicos y políticos. Aún así, todavía vemos que se sigue hablando de la mujer como si fuera un ente, como si todas tuviéramos las mismas características«, explica .
Con ella hemos hablado sobre el sexismo en el lenguaje y sobre la perspectiva de género en los medios de comunicación. Nos recuerda que hablar de lenguaje inclusivo no significa tener que estar constantemente usando “los y las”, “los niños y las niñas”. «No se trata de eso. Hay que revisar la carga política y social que ponemos a cada una de las palabras; se trata de no decir los médicos y las enfermeras, por ejemplo. Desde el mundo del periodismo se suele usar el argumento de la economía del lenguaje para no cambiar las cosas. Sin embargo, muchas veces resulta más fácil usar una palabra inclusiva. No hace falta decir “los alumnos y las alumnas”, resulta más corto decir “alumnado”. Creo que no deja de ser una excusa mas para no revisar la propia práctica», opina.
Pero no todo es negativo. La subdirectora de Pikara destaca la importancia que ha tenido el salto de la agenda feminista a los grandes medios. «Hace años era muy difícil que los grandes medios de comunicación hablasen de lo que estaba haciendo el movimiento feminista. Pero en los últimos 3 ó 4 años, yo no sabría decir muy bien porqué, nos llaman mucho de medios como El País o El Mundo, publicaciones a las que hasta hace bien poco la lucha feminista les daba completamente igual. Me imagino que puede estar relacionado con Internet y los nuevos medios de comunicación que han surgido en torno a la red, como el caso de Pikara».
Otra de las preocupaciones que muestra Andrea es la relacionada con la representación de las mujeres en los medios. «Hablamos mucho del lenguaje inclusivo, pero no se habla lo suficiente de cómo nos representan. Es muy curioso que cuando ves un reportaje de cualquier tema, en la mayoría de los casos las fuentes son hombres. A las mujeres se les pregunta por cosas como el temporal de Donostia. Son las caras de testimonios de gente sin nombre y apellido, pero a la hora consultar con expertos son eso, expertos. Así parece que los únicos que saben de cualquier materia son ellos».
Las mujeres también emprenden
Susana Zaballa es presidenta de EmakumeEkin, una asociación que nació con la finalidad de apoyar a las emprendedoras y de acercar la posibilidad del emprendimiento a todas las mujeres. Además, participa en la junta de la Asociación de Mujeres Directivas y Empresarias y es miembro de PWN (European Professional Women’s Network).
El día internacional de la mujer sigue teniendo carácter reivindicativo para Susana. Considera que el mes de marzo es un mes en el que los medios de comunicación, las instituciones o las empresas, prestan más atención a los logros profesionales de las mujeres. «Si durante todo el año estuviéramos igual de presentes en los ámbitos económico, político, cultural y social, en definitiva, si la igualdad fuera una realidad en todos los ámbitos, este día tendría carácter de celebración, conmemorativo, no reivindicativo«.
La presidenta de EmakumeEkin cree que en los últimos años han sufrido un retroceso. «En momentos de crisis, tendemos a refugiarnos en valores tradicionales que nos dan seguridad ante la incertidumbre que vivimos y avances en materia de igualdad, que se suponían consolidados, se han perdido. Los gobiernos han recortado presupuestos y las instituciones que trabajan por la igualdad los han sufrido terriblemente, llegando incluso a desaparecer».
De cara al futuro, Susana dice que lo que más le gustaría es que en las empresas se consolidara la tendencia actual de gestión basada en las personas. «Si logramos respetar la diferencia de cada persona, su individualidad, lograremos que la diversidad, en su más amplio sentido, sea vista como riqueza y fuente de talento, no como amenaza».
¿Es machista el mundo del Rock & Roll?
La bilbaína Sara Iñiguez es la cantante del grupo Rubia, un proyecto musical en el que lleva inmersa desde el año 2000. En septiembre del pasado año vio la luz Barman, el tercer disco del grupo. Un álbum que venden a través de su página de Facebook y en sus conciertos, y del que ya han agotado las primeras ediciones. Sara es además miembro de Hot Legs, grupo de versiones de Rock & Roll junto con Leiva, Ruben Pozo, Carlos Tarque, Jokin Salaverria y Josu García.
Para la cantante, el hecho de que exista un día como el 8 de marzo le parece un triste signo de la desigualdad entre hombres y mujeres. «Me encantaría que no hubiera un Día de la Mujer, o en su defecto, que también hubiera un día del hombre y un día del transexual, como los tres posibles géneros que se me ocurren. Eso sí sería igualdad. La única desigualdad que veo en el ámbito del rocknroll, es que hay muy pocas chicas guitarristas… pero eso es cuestión de que ellas se pongan, tampoco las vamos a obligar. Cuando he buscado miembros para mi grupo siempre he buscado gente que toque bien. Ahora somos dos chicos y dos chicas en el grupo, con lo cual lo veo bastante igualitario. Además, los chicos de Rubia tienen su parte femenina bien sana, y las chicas somos bastante masculinas… tiene gracia».
La líder de Rubia cuenta que el número de mujeres que participan en el rock al margen del papel de cantante se ha elevado en los últimos años. «Estoy rodeada de chicas baterías muy buenas… La verdad es que creo fervientemente que el mundo del rocknroll se las arreglaría mucho mejor con un aumento de mujeres en sus filas. Se equilibraría todo mucho más, y sería mucho más divertido, ¡por supuesto! Pero por otro lado veo que a ellas en general no les interesa, porque si fuera así, habría más. Es una pena», se lamenta.
Pensando en el futuro, le gustaría que no fuera un fenómeno a destacar el hecho de que hubiera una chica en el grupo y que los periodistas no hiciéramos menciones al asunto, como si de una curiosidad se tratara. «Eso significaría que nos estamos dando cuenta de lo que hay, igualdad natural, que no habría ni que dudarlo, ni que mencionarlo, que no haya que hacerle un solo día de homenaje mediático. Que fuera el pan de cada día».
La cantera deportiva llena de mujeres
Ziortza Urberuaga, es una veterana deportista de Santurtzi. Es federada en piragüismo, entrenadora de este deporte y Secretaria de la Junta Directiva de Barrika Piragua Taldea, equipo que ha organizado para hoy la 8ª Regata Popular Femenina con la que quieren demostrar que el deporte es divertido, que proporciona muchos beneficios para la salud, y que puede conciliarse con la vida familiar.
Ziortza considera necesaria la celebración de este día, porque entre otras cosas les permite demandar políticas activas de igualdad en materia de deporte. «Mediante la celebración de diferentes actos intentamos demandar a las instituciones más apoyo no sólo económico, sino también normativo y de planes de acción positiva. Está bien contar con un plan de igualdad, pero es importante pasar del papel a la acción«, se lamenta.
Además, cree que se trata de una oportunidad para reconocer públicamente el esfuerzo que realizan todas aquellas mujeres deportistas que día a día intentan abrirse camino en el mundo del deporte. Por otro lado, a los medios de comunicación que hoy les prestamos atención, nos solicitan una mayor cobertura en los eventos deportivos femeninos. Una jornada en la que tienen la oportunidad de denunciar la situación tan precaria en la que se encuentran las mujeres en el ámbito deportivo. «Acusamos la discriminación desde la ausencia de medios materiales como vestuarios, equipamiento deportivo adecuado… hasta posibilidad de desarrollarnos profesionalmente en el ámbito deportivo con sueldos inexistentes o irrisorios».
Pero en su ámbito también hay noticias positivas que destacar. «A lo largo de estos años he tenido la oportunidad de practicar diferentes modalidades deportivas y uno de los principales avances que he percibido en todas ellas es la gran aceptación que está teniendo el deporte entre las mujeres, sobre todo en la cantera de deportistas. Un buen ejemplo de ello es nuestro club, en el que el 80% de las deportistas en edades comprendidas entre 8 y 18 años son mujeres. ¡Algo inédito!».
La piragüista espera que el deporte femenino deje de considerarse como un deporte de segunda. «Creo que habría que trabajar duro para disminuir la tasa de abandono a la que nos enfrentamos con las mujeres que alcanzan la mayoría de edad. Tampoco estaría mal que se cambiasen los estereotipos y la imagen que en general se tiene de las deportistas».
Visibilizar a las científicas desconocidas
Marta Macho es profesora titular de Geometría del Departamento de Matemáticas de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). El pasado viernes recibió el III Premio Igualdad-UA otorgado por la Universidad de Alicante “por sus actuaciones en defensa de la igualdad entre mujeres y hombres y, en particular, por sus actuaciones de carácter docente y divulgativo a favor de la visibilización de la aportación de las mujeres científicas no solo en la Academia sino también en el progreso social”.
Recién llegada de Alicante, la profesora de la UPV se muestra feliz por el reconocimiento recibido. «El premio ha sido un auténtico regalo; en el plano personal me he sentido emocionada y valorada, siempre es un incentivo para seguir adelante. Además, se está hablando del tema en los medios… ¡lo mejor que podía suceder para que se conozca a estas científicas desconocidas!
Marta recuerda que la historia de la ciencia ha olvidado a muchas personas, entre otras a las mujeres. «Pensadas como personajes secundarios, los éxitos se atribuyen sólo a los líderes de los grupos. La ciencia se construye por medio del trabajo en equipo, todas las personas que contribuyen son importantes. Además, necesitamos modelos: si eres una joven que se plantea comenzar estudios en ciencia, y observas que en un área determinada no hay muchas mujeres, puedes percibir ese mundo como ajeno».
Reconoce que las políticas de cuotas han conseguido que las mujeres, al menos en el ámbito público, estén representadas. «A pesar de lo discutido que ha sido este tema, creo sinceramente que sin este tipo de políticas, en los organismos públicos habría muchas menos mujeres. Debemos estar representadas y debe parecernos natural y necesario participar en cualquier lugar en el que se tomen decisiones».
Mirando al futuro, Marta considera esencial el respeto hacia las mujeres: «Me refiero a valorarlas por su trabajo, sólo por eso. Muchas personas piensan que las mujeres estamos menos capacitadas para realizar cierto tipo de labores, eso es lo que debe desaparecer. Sólo desde el respeto conseguiremos que las niñas y las jóvenes elijan con libertad lo que desean estudiar o a qué profesión se quieren dedicar. ¡Dejemos de desanimar a las chicas!».
Uniendo las voces de las mujeres de todo el mundo
Greta Frankenfeld es técnica de ACNUR Euskal Batzordea, una ONG vasca que apoya la visibilización de las personas refugiadas y de las causas que dan origen a su situación. Su enfoque se centra principalmente en África, y trabajan para hacer visibles los conflictos que suceden en este continente con perspectiva de género, comunicación para la transformación social y construcción de paz positiva.
Desde su perspectiva, el Día Internacional de las Mujeres es una oportunidad para unir la voz de todas las mujeres del mundo en la defensa de sus derechos. Por eso, este año el grupo de mujeres africanas de ACNUR Euskal Batzordea, muchas de ellas refugiadas, ha decidido hacer visible tanto la realidad de las mujeres en sus países de origen como en el lugar donde viven actualmente, Euskadi. Lo han hecho siendo parte de la 4ª Marcha Mundial de las Mujeres que se celebra hoy.
Tal y como ha explicado Greta, entienden necesario sacar a la luz la utilización de sus cuerpos como campos de batalla en los conflictos que se desarrollan en sus países, por ejemplo, al este de la República Democrática del Congo (RDC), donde se enfrentan diferentes grupos armados por el control de las minas de coltán. Asimismo, defienden la igualdad en el acceso a puestos de trabajo de cualquier tipo, ya que se sienten discriminadas por su raza, en especial en aquellos trabajos que implican presencia ante el público o que requieren cualificaciones que se presupone que no tienen por ser africanas o negras.
Greta cree que los avances son muy irregulares. «Pienso que los principales avances están por un lado dentro del propio movimiento, en la evolución de las propias teorías hacia la diversidad y la sostenibilidad, de forma muy sólida y comprometida. Asimismo, hay avances parciales en cuanto a poner cada vez más sobre las mesas de debate y toma de decisiones, la defensa de los derechos de las mujeres. Pienso que, gracias al esfuerzo de este movimiento, hay ámbitos en los que ya no es de recibo la argumentación que defiende la superioridad masculina y el patriarcado».
En cuanto al futuro, la técnica de ACNUR opina que la clave está en la libertad y en facilitar que se den las condiciones para vivir y desarrollarnos todas las personas en libertad, con desarrollo personal, social y comunitario, pensando en la sostenibilidad de nuestra presencia en el planeta. «La libertad para viajar, para quedarse, para criar o no criar, para trabajar fuera o dentro de casa… para ser felices en definitiva. Y para ello, es necesario que se respeten los derechos de las mujeres en la configuración del sistema mundial y seguimos dispuestas a trabajar en este sentido. Es la única forma de crear un mundo habitable para todas las criaturas. El cambio será feminista o no será«.
