GAIZKA ESPARZA
Txemi Martínez es ornitólogo, naturalista y miembro de Txirpial, la Asociación de Educación Ambiental y Guías de la Naturaleza. Este miércoles 11 de marzo imparte una ponencia en la Ekoetxea de Bilbao a las 19.30 horas bajo el título Avifauna del monte Pagasarri y ría de Bilbao.
Quienes vivimos en el asfalto de la ciudad, cada vez somos más conscientes de la importancia que tienen las áreas verdes para sentirnos, de vez en cuando, próximos a la naturaleza. Bilbao tiene la ría del Nervión como eje vertebrador y los montes verdes que la rodean, como el Pagasarri en su zona sur. Según el censo realizado en 2010 por el biólogo Joseba del Villar, unas 120 especies fueron contabilizadas en este enclave natural. En el estudio fueron incluidas tanto las que habitan y crían en la zona, como las que hacen parada durante las migraciones o las que vienen a pasar el invierno, denominadas invernantes. Según nos ha contado Txemi Martínez, la presencia de estos animales está relacionada con los hábitats de la zona. Es en los forestales donde más se nota su presencia frente a la campiña, lugar en el que se está produciendo una regresión de las poblaciones de aves: “En los hábitats forestales se han llegado a encontrar parejas de abejero europeo criando. Esto indica que hay árboles de cierto tamaño y cierto corte. Los pico picapinos son también característicos de estos habitas forestales. Por ejemplo, en el área de Bolintxu es donde podemos encontrar la zona mejor conservada”.
Pero no todo son buenas noticias. La biodiversidad del Pagasarri está amenazada por la introducción de especies forestales alóctonas. “El nombre del Pagasarri viene de la palabra pagoa, haya en castellano. De esta especie tan sólo quedan dos ejemplares, de muchos años, cerca de la cantera de Bolintxu, el resto han ido desapareciendo”, se lamenta. Esta alteración ha afectado a los diferentes moradores de estos bosques: “Hay algunas aves en peligro, mientras que otras han aumentado su presencia. Es el caso del reyezuelo listado, que ha llegado atraído por plantaciones de cipreses. El vertedero de Artigas, por ejemplo, hace que vengan ejemplares de milanos reales en invierno y milanos negros en verano. Además, ha aparecido alguna que otra cigüeña en busca de alimento”.
El naturalista insiste en que una de las mayores amenazadas para muchos pájaros es la desaparición de sus hábitats. «Esto parece estar sucediendo con uno de los pájaros que realizan una de las migraciones más asombrosas por estos lares y que cada vez es más escaso por la cada vez más reducida campiña atlántica íntimamente ligada al paisaje del caserío como unidad socio económica y ecológica. Se trata del alcaudón dorsirrojo, un sin papeles, que en la primavera tardía, hacia abril, viene a criar a las laderas del Arraiz, ni más ni menos que desde Mozambique, después de hacer un viaje de unos 10.000 kilómetros pasando por Oriente Medio y bordeando el norte del Mediterráneo llega hasta la cornisa cantábrica donde cría».
El Pagasarri, al estar cerca de Bilbao y Alonsotegi, sufre además las típicas alteraciones de los entornos naturales que se encuentran en la periferia de los núcleos urbanos muy poblados. Txemi muestra su preocupación por los peligros que acechan a este paraje y sus habitantes: “La mayor amenaza se encuentra en la posible ampliación de la Supersur hacia la zona de Galdakao”. A juicio del ornitólogo, la gestión de este espacio natural debería mejorarse, para conservar especies forestales autóctonas, que lograran una mayor calidad desde el punto de vista biológico”. Según Txemi, la conservación es prioritaria en el arroyo de Bolintxu y todo su entorno, en la zona kárstica de Arraiz, donde crecen algunas encinas cantábricas y en el campo de abedules cercano a la incineradora de Zabalgarbi.
Txemi ha querido recordar tanto al conjunto de la ciudadanía, como al propio Ayuntamiento de Bilbao, la importancia que tienen estas zonas periurbanas:“No tiene sentido buscarle una rentabilidad económica a un monte publico. Hay que pensar en él como en una zona importante de esparcimiento para la población. Ahora, con la llegada de la primavera, acercándonos al monte, entre otras cosas, podremos escuchar a los pájaros que cantan en busca de pareja“.
La situación de la ría
La calidad del agua ha mejorado mucho en los últimos 10 años. Esto ha provocado que especies que antes no tenían presencia, hayan decidido instalarse en la ría. A día de hoy es fácil poder observar ejemplares de martín pescador, cormoranes, garzas reales o patos en sus aguas. “Esto en parte es fruto de la reconversión industrial. La situación de la ría mejoró, porque se abandonó la industria. La instalación de depuradoras también ha ayudado a que las aguas bajen más limpias. En consecuencia, la vida piscícola ha aumentado y ha atraído a las aves que se alimentan de ella”.
