Reyes Calderón: «Sería un régimen de adelgazamiento rápido quitarse al menos la mitad de las caretas de las que nos dotamos»

 

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GAIZKA ESPARZA

Reyes Calderón compagina su carrera como profesora universitaria con la escritura. Doctora en Economía y Filosofía, enseña Gobierno Corporativo en la Universidad de Navarra. Como escritora ha publicado nueve novelas , entre las que destacan Las lagrimas de Hemingway, Los crímenes del número primo, El último paciente del doctor Wilson o Tardes de chocolate en el Ritz, que han sido traducidas a varios idiomas. Con La puerta del cielo la autora ha regresado a la literatura de intriga, para contarnos el gran descubrimiento que hace el astrofísico Lalo Múgica antes de desaparecer junto a su ayudante americana. A través de esta historia  plantea un juego en el que pone al lector ante situaciones que han preocupado siempre a la humanidad: ¿Existen el cielo y el infierno?, ¿Qué habrá en el otro lado?

Con La Puerta del cielo vuelves a la novela negra. ¿Qué tiene este género que atrapa a tantos lectores?

La curiosidad, tan innata como la inteligencia. Cada uno de nosotros llevamos dentro un pequeño detective, con su libreta y su linterna, dispuesto a entrar en cualquier caverna oscura, con la esperanza de encontrar una respuesta. O quizás una pregunta.

Y a ti, como autora, ¿por qué te gusta tanto?

Siento fascinación por todos esos sucesos menores, esas secuencias parciales, esos personajes secundarios que rodean al misterio, y que lo hacen tan cercano. Es algo visceral, cada vez estoy más enganchada.

Aunque hay que decir que tus obras no son tan crudas como otras de este mismo género…

No creo que una novela de intriga, incluso negra, cifre su calidad en los litros de sangre derramada. Me interesan mucho más los porqués que los cómos. Las causas que las consecuencias. Aunque necesitemos ambas.

Los protagonistas de esta novela son en su mayoría personas corrientes, pero sólo lo son en apariencia ¿Crees que en general los seres humanos tenemos miedo de mostrarnos tal y como somos ante los demás?

Estoy convencida de que sería un régimen de adelgazamiento rápido y eficiente quitarse al menos la mitad de las caretas de las que nos dotamos, o la sociedad nos dota. ¡Qué peso llevamos encima!

El norte de la península está muy presente en el libro. Gerardo Vilela, el protagonista de la historia es gallego, y el padre Koldo Otxotorena tiene relación con Bilbao. ¿Tienen algo estas tierras que las hacen especialmente misteriosas?

Sin lugar a duda. El mar, la niebla, los idiomas, ambos viejos como el mar, o el cielo.portada_la-puerta-del-cielo_reyes-calderon_800-688x1024

Una parte de la novela se desarrolla en Madrid, una ciudad que conoces bien, mientras que otra situa la historia en Judea, el año de la muerte de Jesucristo. ¿Qué es lo que une estos dos momentos de la historia y del espacio?

No quisiera desvelar demasiado, para no aguar el misterio al lector. Diré, eso sí, que si hubiera una puerta del cielo, tengo por seguro que estaría en Jerusalén. Y si la hubiera del infierno, también. El barrio de Salamanca me permite el contraste entre el pequeño Lugo y la gran Madrid, donde, a pesar de todo, siguen existiendo «casas de pisos» donde todos se conocen. Es un horror pensar en esas urbes en las que si te mueres se darán cuenta semanas después por el olor.

La ciencia y la religión se entremezclan en este libro. Aparecen astrofísicos, exorcistas y mediums ¿Algún día la ciencia será capaz de dar respuesta a los enigmas de nuestra existencia?

A algunos, seguro. A todos, seguro que no. Es el propio riesgo de vivir.

Ruth Kaufmann tras la muerte de su padre se da cuenta de lo efímera que es la existencia y se plantea una pregunta que todos quisiéramos conocer, la de si hay vida después de la muerte. Durante el proceso de creación del libro, ¿llegaste a alguna conclusión?

Creo que he acabado con más preguntas que respuestas. Pero, algo he aprendido. Por ejemplo, que la espiritualidad es una experiencia de»Alguien», no de «algo». No es teoría, es practica. Estoy convencida de que ese «Alguien» es magnífico. Espero que me dejen traspasar esa puerta.

A lo largo de la historia, la filosofía también ha intentado dar respuesta a muchas cuestiones. Como doctora en filosofia ¿Qué opinas del cada vez menor peso que tiene la filosofía en el sistema educativo?

Creo que es un error tan craso como suprimir el arte. Sin arte y sin las preguntas que suscita la filosofía no puede existir creatividad. Y sin creatividad no hay innovación ni progreso. Es la inutilidad aparente de ambas cosas lo que nos hace personas, y nos distingue de los demás seres. Eso y la sonrisa. El hombre es el único animal que ríe. Incluso que se ríe de sí mismo.

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