César Pérez Gellida: «Las correciones no pueden llegar desde los que dirigen los designios del planeta»

FOTO: Carlos de Francisco.
FOTO: Carlos de Francisco.
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GAIZKA ESPARZA

César Pérez Gellida (Valladolid, 1974) es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y máster en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de su ciudad natal. Ha desarrollado su carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas a la industria audiovisual y de las telecomunicaciones, hasta que en 2011 decidió trasladarse con su familia a Madrid para dedicarse en exclusiva a su carrera como escritor.

César imagina en su novela Khïmera un futuro negro, negrísimo. Entre los años 2036 y 2039 se vive en la Tierra la Guerra de Devastación Global. Tras la firma del Tratado de Paz de Buenos Aires, da comienzo el periodo conocido como Década Triste, durante el que se consolida una nueva realidad social y geopolítica cuyos pilares se centran básicamente en la negación y el re­chazo a cualquier forma de gobierno anterior. En el año 2054 el planeta todavía se está recuperando de las heridas de la confrontación armada. Mientras, el poder se concentra exclusivamente en manos de la Asamblea, un ór­gano de gobierno que agrupa a las más grandes e importantes corporaciones empresariales. Ellos son los encargados de mantener el nuevo orden establecido en un mundo sin fronteras y en el que todos los seres humanos se miden por su produc­tividad.

Tu famosa trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, partía de un hecho real. ¿Dónde nace la idea de esta nueva novela?

De una leyenda eslava sobre un ser maligno conocido como Koshéi Bessmertnii.

¿Cuál es su principal ingrediente?

Es un thriller, por tanto el suspense y la acción, aunque la ambientación futurista pesa mucho en la novela.

¿El futuro que aparece en la novela es la proyección de nuestro presente?

Absolutamente. Todo lo que he dibujado sobre el mañana parte de los trazos del presente.

La  confrontación mundial de la que hablas en la novela se produce entre tres grandes bloques: Alianza Islámica, la Unión de Naciones Libres y el Bloque Asiático. Teniendo en cuenta que partes de los trazos del presente para idear ese futuro, supongo que habrá habido un importante trabajo de documentación sobre la situación actual del mundo…

Efectivamente. He realizado una intensa labor de documentación en muchos aspectos que van desde lo más cotidiano hasta el plano más científico para poder construir un futuro muy tangible para el lector. Sin embargo, no pretendía que la novela se convirtiera en un tratado, por tanto la dosificación de toda esta información también ha sido igualmente una tarea complicada.

Para no llegar a ese contexto de guerra, la solución pasaría por corregir nuestro presente…

Sí, aunque no sé si estamos a tiempo. De lo que sí estoy seguro es que no podemos esperar a que esas medidas correctoras lleguen desde los que hoy dirigen los designios del planeta.

En ese futuro imaginas un ser humano que traspasa con total libertad los límites que impone la propia naturaleza. ¿Qué te hace pensar que eso podría llegar a ser así?book-khimera

Es un hecho que las corrientes transhumanistas ganan fuerza día a día, y no poner límites a los avances de la ciencia va a provocar que se produzca una fractura social difícilmente superable. Si algunos, los más privilegiados, tienen acceso a prolongar su existencia y mejorar notablemente su calidad de vida frente a una mayoría que no tendrá acceso a ello, se me antoja una grieta demasiado profunda.

Tras la guerra, el poder recae en manos de la Asamblea, un órgano de gobierno que agrupa a las más grandes e importantes corporaciones empresariales. Precisamente los críticos del TTIP, el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión, nos alertan de un futuro muy parecido al de tu libro…

Lo llaman políticas neoliberales para esconder la concentración de poder cada vez más concentrado en manos de muy pocos. Nada hace pensar que en los próximos años se vayan a producir cambios por razones de naturaleza altruista. Lo que realmente produce tanto desconsuelo es ser consciente de que ellos son muy pocos y el resto somos…, el resto.

En ese futuro los seres humanos se miden por su productividad, pero ¿eso no es algo que ya está ocurriendo hoy en día?

Totalmente, pero esta situación llevada al extremo tras la caída del capitalismo y la democracia como pilares que sujetan la sociedad civil provocará que los seres humanos más desfavorecidos se conviertan en números. Las abejas obreras de las colmenas.

Has afirmado que la lectura de este libro va a requerir un esfuerzo mayor que en los de la trilogía. ¿Por qué?

Sobre todo en el primer movimiento, donde se concentran las necesidades de ambientación. La sucesión de nombres, fechas y nuevos conceptos hace que la trama tenga que masticarse algo más. Luego el ritmo va en aumento hasta que…, simplemente estalla.

Si George Orwell nos mostraba un 1984 aterrador, en cuanto al control al que los ciudadanos íbamos a ser sometidos, en Khïmera no sé si llega a ser peor…

Y, en cierto modo, ¿no lo estamos ahora? La progresiva pérdida de derechos de los trabajadores, sometidos a los horarios, a las hipotecas, al consumismo… La única diferencia es que ahora elegimos someternos libremente, o eso creemos.

FOTO: Carlos de Francisco.
FOTO: Carlos de Francisco.

En ese contexto nada esperanzador surge el proyecto Khïmera para intentar cambiar las cosas ¿Cuál es su cometido?

Sus objetivos varían cuando son conscientes de que están siendo utilizados para otros propósitos distintos de aquellos con los que se concibió Khïmera Proyekta. Principalmente luchan contra el sometimiento de la especie humana ante el poder de la Asamblea, conformada por los poderosos.

En la actualidad hay alguna organización o movimiento que se pueda equiparar de alguna manera, y salvando las distancias, con Khïmera?

Muchas. Todas las que se mueven por causas altruistas podrían asemejarse, aunque no conozco ninguna que use la tecnología militar, los avances científicos y la Kibervoina (guerra cibernética) como medios para conseguir sus propósitos.

Con el libro recién publicado, creo que ya estás pensando en siguientes trabajos. ¿Nos puedes adelantar algo?

La siguiente novela ya está escrita. Una trama muy negra que protagoniza uno de los personajes principales de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, el inspector Sancho. Se titula Sarna con gusto y tratará la historia de un secuestro desde una óptica de trescientos sesenta grados (los investigadores, los secuestradores, la secuestrada y la familia). Además…, ese además es lo que no puedo contarte.

César Pérez Gellida presenta Khïmera este miércoles 18 de marzo en Elkar Aretoa a las 19.00 horas

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