Reservada una partida para ganaderos de Bizkaia cuyas reses sufran ataques de lobos

FOTO: Mikel Arrazola.

REDACCIÓN BBN

La Diputación Foral de Bizkaia ha reservado una partida económica de 100.000 euros para posibles indemnizaciones a ganaderos cuyos animales se vean afectados por enfermedades y ataques de buitres y lobos. Este año, por primera vez, la normativa permite que todos los ganaderos y ganaderas puedan a cogerse a estas ayudas tengan o no suscrito un seguro agrícola.

La Institución foral ha aprobado el Decreto que regula estas ayudas, que, por primera vez, este año no se limitarán a complementar las indemnizaciones que conceden los agroseguros a los ganaderos y ganaderas que han sufrido el ataque de lobos o cánidos salvajes, sino que darán cobertura a todas las explotaciones ganaderas susceptibles de sufrir un siniestro de este tipo, tengan o no suscrito un seguro agrícola.

En este caso, para acceder a la ayuda, los ganaderos y las ganaderas deben notificar el ataque en las 12 horas siguientes a que se produzca, los animales deberán estar identificados según la normativa vigente y el informe pericial debe vincular las bajas (sólo se abonan indemnizaciones por los animales muertos o heridos no recuperables) a ese ataque.

Centro de recuperación de la fauna Karpin, Karrantza. FOTO: Mikel Arrazola.
Los ganaderos cuyas reses sufran ataques de lobos serán indemnizados aunque no tengan seguro. FOTO: Mikel Arrazola.

Estas indemnizaciones también se conceden a ganaderos y ganaderas que hayan tenido que sacrificar obligatoriamente a alguna o algunas de sus reses por encontrarse afectadas por enfermedades que se tratan de controlar a través de programas de erradicación como los de la tuberculosis, brucelosis, leucosis y perineuminía, o con los programas oficiales de control de la paratuberculosis y la diarrea vírica bovina que vienen acometiendo agrupaciones ganaderas.

El Decreto aprobado también regula los importes de las ayudas que tienen derecho a recibir los ganaderos y las ganaderas, así como las condiciones para percibirlas, estableciendo un baremo de valoración para los animales sacrificados y ayudas a la reposición de los animales enfermos para evitar la pérdida de capacidad productiva de la explotación ganadera.

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