Oscar Vizarraga: «En la diversidad está la riqueza, lo que nos hace falta es respeto»

 

Vizarraga

JAVIER M. DE LA HORRA

Oscar Vizarraga (Barakaldo, 1965) es educador social y actualmente el director de comunicación de Kale Dor Kayiko, la asociación que trabaja en Euskadi por el desarrollo de la Cultura Gitana y la convivencia intercultural. Más allá de explicarnos que su pueblo siempre ha establecido el principio de respeto de la biofilia, «vive del medio pero no lo transforma», en esta entrevista recuerda que allá donde se han afincado las personas gitanas, se han adaptado y vinculado a esa tierra, «dando lugar a una identidad simbiótica entre lo que significa ser gitano y de apellido vasco». Vizarraga huye de las palabras prefabricadas, esas que en realidad conllevan significados diversos más allá del oficialmente interesado, y cuando es preguntado por la igualdad entre payos y gitanos, advierte que «en la diversidad está la riqueza» y que lo socialmente necesario es el «respeto».

¿Se mantienen a día de hoy los mismos estereotipos sociales respecto a los gitanos: que sois gente problemática que opta por no mezclarse?

Esos estereotipos existen. No sé si la palabra «mantenerse» es la adecuada, porque son muchos más los estereotipos existentes que se nos atribuyen: no hay más que leer la definición que la RAE ha recogido del termino Gitano. La verdad es que los gitanos queremos seguir siendo lo que hemos sido y somos: un pueblo con cultura y lengua propias. En un día como el de hoy nos reivindicamos como tal y como tal queremos que se nos conozca, acepte y respete.

El flujo migratorio de Europa del Este, ¿ha traído nuevos gitanos a Euskadi? ¿Cuántos gitanos vivís actualmente en Euskadi, entre gitanos vascos, portugueses, de Europa del Este…?

En Euskadi según el estudio que llevó a cabo el Gobierno vasco hace unos años hay entre 12.000 y 14.000 personas gitanas repartiéndose, mas o menos, en un 50% en Bizkaia y el otro 50% entre Alava y Gipuzkoa de manera equitativa. Pero la verdad es que está lejos de ser real, ya que son los mismos datos que se volcaron en un estudio demográfico de finales de los 80 o principios de los 90, y el índice de crecimiento del pueblo gitano es elevado. Por otra parte, no se tuvieron en cuenta otros grupos étnicos en ese estudio, a pesar de que lo indicamos desde Kale Dor Kayiko, como son los portugueses, de Europa del Este y los autóctonos vascos o erromintxelas. Nosotros pensamos que teniendo en cuenta a éstos, oscilan entre los 16.000 u 18.000, pero es imposible la cuantificación, entre otras cosas porque la negación de la identidad como estrategia de supervivencia lleva siendo habitual desde hace unos años.

Y… Sí, la venida de gitanos y gitanas de otros países de Europa, sobre todo de Rumania, ha traído una nueva realidad desconocida, también para nosotros, de familias gitanas cuya manera de ser y vivir difieren bastante de las nuestras. Sin embargo, muchos de sus comportamientos devienen de la situación de miseria y marginación en las que viven en sus países de origen, y no por el hecho de ser o no gitanos y gitanas. Sin embargo, se activa la «neurona» de la discriminación y se atribuyen a la pertenencia étnica.

En el Día Internacional del Pueblo Gitano se suele dar a conocer vuestra cultura. ¿En qué pilares se sustenta?

Efectivamente, es uno de nuestros objetivos en este día, ya que entendemos que el hecho de que se nos conozca, sumado a nuestro reconocimiento, implica que se nos respete.
Nuestra cultura es una cultura patriarcal, piramidal basada en la gerontocracia y el respeto y sumisión de los grupos de edades inferiores a los superiores. La organización social lo es en grupos parentales extensos homogéneos. La relación entre los diferentes grupos parentales está regulada por una serie de acuerdos, entre ellos de obligado cumplimiento, para todas las personas que viven en un determinado territorio geográfico, lo que llamamos Ley Gitana. No obstante, es necesario indicar que dicha Ley rige sólo la convivencia entre personas gitanas, por lo que los gitanos y gitanas en lo tocante a la relación y regulación de la convivencia con los payos y payas se regulará por la Ley de todos y todas.

¿Qué pasos siguen siendo necesarios para reconocer y respetar a los gitanos?

Ya hemos facilitado la fórmula: es necesario que se nos conozca, ya que a pesar de ser la minoría mayoritaria en Europa, y así mismo en cada país europeo, somos los más desconocidos.

¿Qué podemos hacer los payos para acogeros en plano de igualdad? Espero que no me digas que evitar preguntas como ésta…

(Risas). No, son preguntas tipo, de obligada formulación, de la misma manera que obligado es remitirte a un versículo bíblico: haz con los demás lo que quieras que los demás hagan contigo.

¿Cómo ha evolucionado el pueblo gitano como etnia? ¿De qué manera ha evolucionado?

Lejos de ser estático, el pueblo gitano siempre ha establecido al medio el principio de respeto de la biofilia: vive del medio pero no lo transforma. Así, las personas gitanas que se han afincado en diferentes lugares se han adaptado a dichos lugares de manera que se sienten vinculados a esa tierra, e incluso adoptan su lengua como propia, dando lugar a una identidad simbiótica entre lo que significa ser gitano y de «apellido» catalán, andaluz, extremeño, vasco…

¿Qué hacéis desde la asociación para mantener el romano (caló) en Euskadi?

La lengua internacional del pueblo gitano o pueblo Rrom es el rromanes (con doble rr). El caló es el resquicio morfosintáctico y menos léxico del rromanes, mezclado con la estructura gramatical del castellano o en el caso del Erromintxela (pogadolecto del rromanes y/o del euskara) con la gramática y su estructura del euskera. Por cierto, el Rromanes es dialecto, métricamente hablando, más próximo al euskara que al castellano siendo, en origen, lenguas muy próximas que giran en torno al sanscrito, de la familia de las lenguas neo indias en el caso del rromanes. Lo único que podemos hacer por la supervivencia es hablarlo entre nosotros hasta que las instituciones sean más sensibles con este tema y nos ayuden a crear grupos de aprendizaje. En este sentido, estamos en el lugar indicado para que la sensibilidad fuera otra, porque el euskera ha llevado un itinerario similar con respecto a su reconocimiento como seña de identidad prioritaria.

¿Crees que es posible una total igualdad entre payos y gitanos?

¿Igualdad? ¿Para qué? Sería todo muy aburrido, Javier. Esa palabra tiene muchas acepciones, dependiendo de quién la pronuncie, y no creo que todos entendamos lo mismo. En la diversidad está la riqueza. Respeto es lo que nos hace falta.

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