REDACCIÓN BBN
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), junto con otras organizaciones europeas, ha puesto en marcha la campaña ¿Sabemos lo que comemos? con el objetivo de que se consiga mejorar la información que proporcionan las etiquetas de los productos de alimentación para que los consumidores puedan saber realmente qué compran y qué comen.
Según esta organización a pesar de la entrada en vigor el pasado mes de diciembre del nuevo reglamento europeo sobre etiquetado de alimentos, los consumidores siguen teniendo problemas para conocer los productos de alimentación que consumen a diario. Un reciente estudio de OCU, advierte de las dificultades de los consumidores para leer las etiquetas, para identificar correctamente la denominación real del alimento, para reconocer cuántos y cuáles son los ingredientes del mismo o para saber el país de origen del que provienen los alimentos que tomamos a diario.
A través de esta campaña OCU pretende que se respete el espíritu del reglamento de etiquetado, para que los consumidores sepan realmente lo que están comprando: que la denominación del alimento esté bien visible y que no se destaque, con objetivos meramente publicitarios ingredientes que no son los principales.
OCU pide también una legislación que establezca un marco eficiente de controles oficiales en materia de etiquetado que garantice el cumplimiento adecuado de las normas sobre etiquetado. Del mismo modo, OCU considera básico y fundamental lograr que el consumidor vea y comprenda las denominaciones comerciales a través de una letra más grande y que se encuentre en el frontal, junto a la marca.
Gracias a esta inciativa los consumidores podrán enviar las etiquetas de los productos que les generan dudas. Los problemas con el etiquetado suponen casi la mitad de las consultas que OCU recibe en materia de alimentación. Los principales problemas de los consumidores con el etiquetado se centran en el origen de los alimentos, el porcentaje de determinados ingredientes (fruta, aceite de oliva,…) o la escasa presencia real de ingredientes que dan nombre al producto y suponen muchas veces el reclamo para impulsar su compra.
Se podrá participar a través de la página de la campaña y del hasthag #etiquetastrampa. Con la información obtenida OCU va a pedir a las distintas administraciones y empresas cambios en el etiquetado que permitan que los consumidores tengan una información adecuada sobre los productos para elegir sin temor a equivocarse, en definitiva que los consumidores sepan realmente que están comprando y comiendo.