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Uno de cada nueve accidentes de trabajo mortales en España se debe a caídas en altura, según cifras de 2022 recogidas por la Estadística de Accidentes de Trabajo (EAT) del Ministerio de Trabajo. O, lo que es lo mismo: el pasado año en nuestro país se produjo un accidente laboral mortal por caída en altura cada cinco días
Las cifras son aterradoras. Y más cuando, tal y como afirma Stefano Montaldo, director de Desarrollo de Negocio de Kee Safety Ltd., líder mundial de productos, servicios y formación para protección anticaídas y acceso seguro que opera actualmente en más de 60 países en todo el mundo, «la inmensa mayoría de estas caídas con final trágico podrían haberse evitado fácilmente mediante la sencilla y eficaz instalación de las medidas de seguridad oportunas que hubieran posibilitado el trabajo seguro de los trabajadores».
Un alto porcentaje de estas caídas en altura tiene lugar desde cubiertas frágiles que son, según el Código Técnico de Edificación (CTE), aquellas cuyo peso no supera los 100 kg. por m2 (incluyendo el peso de la estructura principal y las correas, el material de cubrición y el peso del aislamiento e impermeabilización). Por lo general, su material de cubrición suele ser vidrio, fibrocemento, uralita, algunas chapas onduladas, pizarra o tejas, y el accidente fatal se produce en el momento en que los trabajadores acceden a ella, quebrando al no poder soportar su peso.
«Antes de emprender cualquier tipo de labor de mantenimiento en el tejado de cualquier edificio o de proceder a la instalación de placas solares, tan en boga ahora mismo, o desamiantado», advierte Montaldo, «es imprescindible identificar el tipo de cubierta de que se trata en cada caso, realizar una evaluación exhaustiva de las condiciones en las que se encuentra e instalar y/o facilitar a los trabajadores el empleo de las medidas de seguridad oportunas que les permitan realizar su labor minimizando al máximo el riesgo. Las cubiertas frágiles no están pensadas para soportar el peso de una persona, pero requieren, al igual que cualquier otro tipo de tejado, de un mantenimiento. Por ello, resulta imprescindible que los trabajadores que lleven a cabo sobre ellas cualquier tipo de trabajo, lo hagan con todas las garantías de seguridad».
Las principales soluciones de seguridad requeridas para trabajos sobre cubiertas frágiles son fundamentalmente barandillas de protección, pasarelas de seguridad, líneas de vida, plataformas de trabajo o andadores móviles anteponiendo, de acuerdo con la legislación vigente, las medidas colectivas a las individuales.
Para Kee Safety, especialistas en la fabricación de componentes para la construcción de barreras de seguridad desde hace más de 80 años, la seguridad de los trabajadores no es un factor negociable, sino una condición previa que es imprescindible garantizar antes de acometer cualquier tarea. Y recuerda que la responsabilidad última en caso de accidente recae sobre los hombros del cliente final, ya sea una empresa, una comunidad de propietarios o un individuo particular, con sanciones económicas, además, que pueden llegar a superar los 600.000 euros.
Fuente Comunicae