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Esta producción, como el aguacate o el mango, han revolucionado la economía de comarcas como La Axarquía
El artículo, redactado por el chef Juan Vicente Araujo Bradley, analiza el origen malagueño de frutas tropicales.
¿De dónde vienen algunas frutas exóticas como el mango y el aguacate? De áreas tropicales, Centro-Sur América y Sudeste Asiático, es la respuesta general.
Viajan por mar, se cosechan temprano y maduran en las bodegas de los barcos. Algunos son transportados por avión: cosechados en el punto justo de madurez, un viaje rápido de unas pocas horas para la fruta que llega a supermercados de calidad.
Pero no todo el mundo sabe que mangos, aguacates, y otras frutas exóticas llegan en ocasiones de España, sobre todo de la Costa del Sol y de la zona de Málaga, que disfruta de un clima mediterráneo subtropical, con 245 días de sol al año y una temperatura media de 18 °C.
Málaga, la provincia exportadora de frutas exóticas
La agroindustria es uno de los puntos fuertes de la provincia de Málaga, junto al turismo y el sector tecnológico.
«La fruta exótica es uno de los buques insignia de Málaga y sus comarcas», explica el chef Juan Vicente Araujo Bradley.
Una producción protagonizada por grandes empresas especializadas sobre todo en aguacates y mangos y concentradas en la zona de Vélez-Málaga.
La fruta exótica revoluciona la economía de La Axarquía
El mango y el aguacate se han convertido en parte de la identidad de La Axarquía.
«Esta comarca de Málaga es la principal zona productora de mango que revolucionó la economía de la zona», indica Juan Vicente Araujo.
En las últimas décadas, el sector ha desarrollado una de las industrias hortofrutícolas más prósperas de Europa.
De hecho, el mango malagueño destaca y defiende su origen geográfico en los mercados internacionales a través del sello colectivo «Mango de Málaga».
Un objetivo de la Asociación Española de Productores de Frutas Tropicales que ha sido posible gracias a la mayoría de productores y comerciantes de la región.
«Esta fruta puede presumir de una cosecha óptimamente madura, así como de una menor huella de carbono que la fruta producida en otros países tropicales, no solo debido a que las rutas de envío más cortas están más cerca de los mercados de consumo europeos, sino también porque en los países tropicales hay una mayor incidencia de plagas y enfermedades, por lo que se utilizan muchos productos fitosanitarios», apunta Juan Vicente Araujo.
Además, las excepcionales condiciones de estrés hídrico y la alta insolación en la zona donde se producen los mangos aseguran que las frutas contengan altos niveles de flavonoides, un saludable antioxidante que no abunda en los mangos de otros países tropicales.
Fuente Comunicae