Dr. Manuel de La Peña: «Las personas con infarto se pueden proteger contra un segundo ataque»

/COMUNICAE/

En España se producen cada año 70.000 infartos agudos de miocardio, de los cuales 30.000 no llegan a tiempo al hospital. La Organización Mundial de la Salud habla de un infarto cada 5 segundos, lo que implica que la primera causa de muerte en el mundo son las enfermedades cardiovasculares

Muchas personas que han sufrido un ataque al corazón viven pensando que el infarto se puede volver a repetir. De hecho, según la Sociedad Europea de Cardiología, uno de cada cinco personas que han sufrido un infarto, tendrá otro en un período de un año, motivado porque la mayoría de estos pacientes no adoptan las medidas prescritas por su médico para proteger su corazón. Según el estudio Euroaspire, realizado en 22 países de Europa, el 21% de las personas con infarto sigue fumando, el 38% tiene obesidad y sobrepeso y el 60% no realizan actividad física, lo que les sitúa en una posición óptima para volver a sufrir un segundo infarto.

Paulina Lago, presidenta de APACOR, Asociación de Pacientes Coronarios, subraya que hay que fomentar la rehabilitación cardíaca, ya que la mayoría de los pacientes postinfartados viven con mucho miedo y les cuesta seguir adecuadamente las pautas y los tratamientos médicos. Y añade que por este motivo ha renovado el convenio de colaboración con el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, presidido por el Dr. Manuel de la Peña, profesor de cardiología, en posesión de la  Insignia de Oro de APACOR por sus méritos. De la Peña afirma que una de las finalidades de este convenio es elaborar un tutorial como guía del corazón, para fomentar la educación y el autocuidado y, especialmente, transmitir a los pacientes coronarios el conocimiento y las habilidades en el manejo de los tratamientos y estilos de vida, que les permitan mejorar su calidad de vida. Continúa diciendo que se debe diagnosticar el infarto a tiempo, cuando se detecta dolor precordial, sudoración, náuseas y vómitos. También valorar si hay alteraciones en el electrocardiograma y, además, observar si se produce una elevación de las enzimas cardíacas en sangre como consecuencia de la ruptura celular.

Por otro lado, el Dr. Manuel de la Peña, subraya que el 90% de los pacientes que sufren un infarto, presentan previamente factores de riesgo cardiovasculares, tales como la lipoproteína y LDL elevadas, que son fracciones del colesterol muy aterogénicas que influyen directamente en el infarto. De hecho, provocan el endurecimiento de las arterias por depósitos de placas de colesterol y otras sustancias, lo que reduce el calibre de la arteria. Asimismo, añade que los infartados con hipertensión, no llevan un control adecuado de su tensión, ya que los niveles óptimos de tensión deben ser de 130/70 mmHg. Y ocurre lo mismo con los infartados con la falta de control adecuado de su diabetes o prediabetes o el déficit de testosterona. Por todo ello, el Dr. Manuel de la Peña, señala que hay que fomentar la adherencia a los tratamientos, ya que los fármacos alargan la vida, disminuyen los síntomas y evitan ingresos hospitalarios en las UCI, como se ha observado en numerosos estudios, como en «CardioCheck» y «Cardiopatients«.

En este sentido, continúa afirmando que este convenio con Apacor permitirá poner en marcha programas educativos que enseñen a los pacientes coronarios a valorar precozmente el dolor precordial característico del infarto. También se pretende enseñar a manejar las dosis de spray de nitroglicerina bajo la lengua en casos de urgencia, a controlar sus crisis hipertensivas y sus niveles de glucosa, así como a fomentar el ejercicio físico moderado. También se dará a conocer a los pacientes postinfartados, las últimas pruebas de imagen cardiaca como el Angiotac Coronario y la Resonancia de Estrés, que permiten realizar un diagnóstico precoz de las patologías del corazón y sus arterias coronarias. Y todas estas pautas serán incluidas en el tutorial que está elaborando el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social y que ayudará a que las personas con infarto se puedan proteger contra un segundo ataque. Finaliza señalando que lo más importante en el tratamiento del infarto es abrir la arteria lo antes posible, ya que cuanto menos tiempo haya estado la arteria cerrada, el daño que queda en el corazón como secuela, es menor.

De la Peña, además de profesor de cardiología es Académico, doctor Cum Laude y escritor. Los libros que ha publicado son: «Tratado del Corazón» (2010), «Las Necesidades de los Pacientes» (2010), «Cardiopatients» (2010), «Empresas Saludables» (2010), «e-Health» (2010), «Excelencia Sanitaria: pacientes, innovación y tecnologías» (2009), «La Satisfacción de los Pacientes» (2008), «Control del Tabaco» (2006), «Guía de la OMS sobre Vigilancia de la Salud» (2002), «Calidad en la Asistencia Sanitaria» (1999), «Cardiocheck» (1993).

Fuente Comunicae

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