Miguel Brieva: «Únicamente la creatividad y la imaginación pueden salvarnos»

MiguelBrieva

GAIZKA ESPARZA

Miguel Brieva (Sevilla, 1974) es autor y editor de la revista Dinero. Ha publicado varios libros, entre ellos Bienvenido al mundo (Reservoir Books, 2007), Al final (Kókinos, 2010) o Memorias de la tierra (Reservoir Books, 2012). En su faceta como animador y dibujante ha colaborado en El legado de Sísifo (documental de TV3 en curso), Sobre ruedas (documental de Óscar Clemente) o Escritores en el exilio (documental de Joaquín Jordà). Por si esto fuera poco, es miembro del grupo musical Las Buenas Noches.

Su última publicación lleva por título Lo que (me) está pasando (Reservoir Books, 2015), y en ella cuenta la historia de Víctor, un joven que lleva varios años en paro, y que se debate entre el desánimo y la depresión. Un día, sin previo aviso, comienza a vivir extraños fenómenos cotidianos que lo van alejando poco a poco de la realidad al tiempo que le ofrecen una visión reveladora de la misma.

¿Es Lo que (me) está pasando un diario de la frustración?

Sí, pretende reflejar, a través de la voz individual del protagonista, el estado de ánimo, abatido y desesperanzado, de buena parte de la sociedad, muy especialmente de los jóvenes a los que se les niega tanto el presente como cualquier atisbo de futuro deseable.

Una novela gráfica, ¿viene a ser un tebeo de los de toda la vida?

Efectivamente. La explicación a este cambio de nomenclatura viene de que tradicionalmente el cómic se ha asociado a un mero entretenimiento a menudo dirigido a los más pequeños, y sin embargo a raíz de los años 60, desde el surgimiento del cómic underground, el género se ha ido emancipando hasta una cierta madurez expresiva y editorial. El lector de novela gráfica es un adulto, y los temas son tan variados como los de cualquier novela literaria.

lqmepDices que la novela mana de tus propias experiencias ¿Qué fue lo que te llevó a plasmar esas vivencias sobre el papel?

Yo andaba trabajando en otro par de guiones, pero fue Mónica Carmona, la editora de Reservoir Books, la que me sugirió hacer algo que abordara la situación actual de nuestro país, y me pareció una buena idea, porque de repente se presentaba la excusa perfecta para tratar una serie de temas a los que me era imposible aludir desde el humor gráfico.

«Crisismo» y «Emperdedor son algunos de los terminos que nos encontramos en la novela. Explícanos de dónde salen…

Emperdedor es la cara real de esa entelequia que nuestros gobernantes adoran, justamente porque no existe, que es el emprendedor, y que en el mejor de los casos representa a ese ínfimo porcentaje de gente que pega el pelotazo y se hace millonaria. El resto, la mayoría (autónomos, pequeños comerciantes, parados, creadores, etc.), aún siendo el tejido básico de la economía, se ve atosigado por las instituciones, desalentado hasta el punto de renunciar a sus esfuerzos y plegarse a formar parte de la gran masa de desempleados a los que no queda otra opción más que trabajar para las grandes multinacionales en condiciones cada vez más depauperadas.

El crisismo es el nuevo modelo global. Poco a poco vamos asumiendo que a partir de ahora la normalidad del ser humano, en un mundo de abundancia extrema y avances extraordinarios, es sin embargo la de vivir en crisis permanente, en todos los frentes (económico, energético, medioambiental, etc.) y sin atisbo alguno de alternativas. Es el estado de ánimo que se va inoculando desde los medios.

A través de lo que le ocurre a Victor haces un recorrido por unos acontecimientos que al lector le pueden resultar muy familiares. ¿Movilizaciones como las del barrio de Gamonal en Burgos o el propio 15M, de qué manera crees que han influido en la conciencia colectiva?

Han servido para generar autoconciencia y para poner sobre la mesa un desacuerdo muy compartido en la sociedad con respecto a lo que hemos vivido en estos últimos años. Sólo de movilizaciones de este tipo podemos esperar el surgimiento de cierta madurez urgente de la ciudadanía, y de hecho algo en ese sentido está sucediendo en este ciclo electoral.

germanEn uno de los precarios trabajos que consigue Victor coincide con Germán, personaje que representa el conformismo y la sumisión ante el sistema. El propio protagonista llega admitir que todos estamos un poco «germanizados» ¿Hasta qué punto lo estamos?

Hasta el punto de un adicto a la droga. No nos gusta reconocerlo, pero estamos bien atrapados por un modelo de vida que nos seduce con el consumo y sus juguetitos, pero al mismo tiempo nos expulsa cada vez más de lo que podríamos considerar una «buena vida». Y en esa esquizofrenia cotidiana bulle cada una de nuestras acciones, y se pone en juego la existencia misma de nuestra voluntad.

A esta «germanización» contribuyen los medios de comunicación e incluso las nuevas tecnologías según se apunta en uno de los capítulos. ¿No se suponía que Internet nos iba a hacer más libres?

Internet es una herramienta extraordinaria, probablemente la más relevante en términos culturales y de conocimiento desde la imprenta de Gutenberg. No obstante, el regalo se va envenenando en tanto se va reorientando hacia el consumo, el entretenimiento, la exaltación del individualismo más narcisista, la falsa colectividad de las redes sociales, etc. El uso compulsivo implícito en los nuevos móviles inteligentes tampoco ayuda a usar la herramienta con mesura. La tecnología no nos va a salvar, únicamente la imaginación y la creatividad pueden tal vez hacerlo.pompas3

Un mantra que se nos ha repetido hasta la saciedad, y que aparece también en tu trabajo, es ese que dice que el progreso tiene costes no deseados, pero inevitables. ¿Hasta cuándo podrá el planeta aguantar esos costes no deseados?

Ya estamos al límite, en cosa de una o dos décadas el capitalismo global que vivimos en estos momentos, y que creemos eterno, va a colapsar, fundamentalmente por la implosión del sistema financiero, imposible de sostener por mucho más tiempo, pero sobre todo por el fin de la energía barata y la inminente escasez de materiales de todo tipo con los que se fabrican las mercancías incesantes. El decrecimiento no es, por tanto, una opción ideológica, es una realidad que se nos viene encima, y la cuestión es si queremos decrecer a mamporrazos, como parece apuntar la comunidad internacional, o hacerlo de manera ordenada e igualitaria.

En la novela vemos también como el propio sistema quiere en un momento dado rentabilizar la «revuelta» e intentar sacar provecho de los acontecimientos. ¿Puede que algo así este ocurriendo ahora con el auge de los debates políticos en televisión?

Todo lo que pueda ser rentabilizable económicamente es susceptible de ser usado y exprimido. Sólo cuando nos acercáramos a una posibilidad real de que, por ejemplo, una fuerza verdadera de cambio pudiera alcanzar el poder, entonces veríamos al sistema saltarse a la torera sus principios ideológicos liberales para silenciar del modo más bestial esa mera posibilidad. Algo de eso, de hecho, ya lo vamos viviendo.

¿Esto lleva a trivializar el discurso político, a generar trincheras y a que no se vaya al fondo de las cuestiones?

Jugar a la pureza, a la sensatez y a la bonhomía en un mundo altamente corrupto, no sólo por sus políticos y empresarios, si no por la manera irreflexiva y emocional con la que el votante medio afronta unas elecciones, es algo imposible. Por esto mismo, los partidos que están claramente a favor de un gran cambio han de jugar cual malabaristas para tratar de acercarse a esa gran masa de votantes indolentes sin asustarles, pero sin renunciar tampoco a lo esencial de sus ideas. Y este juego no es nada fácil, ni nadie sabe a ciencia cierta qué camino es el más exitoso para lograr el objetivo.

padreEl padre de Víctor es de esos que hasta qué no sufre en sus carnes el azote de la crisis no es capaz de empatizar con quienes lo pasan mal. ¿Somos los seres humanos egoístas por naturaleza?

No, pero nuestro modelo de vida nos incita 24 horas al día a sacar lo peor y más banal de nosotros mismos. Lo que sí creo es que sólo cuando algo pasa por nuestro cuerpo, cuando se encarna en nosotros mismos, se convierte en verdadero, en real, y podemos por tanto enfrentarnos a ello. Si ejerciéramos más la empatía y la imaginación, no tendríamos que aguardar a que nos toque para reaccionar ante tanta destrucción.

El mundo onírico está muy presente en esta obra también…¿Qué representa Aparicio dentro de la historia?

Representa la frustración de la creatividad, un serecillo adorable obligado a prostituirse para promocionar productos abyectos. Él es consciente de ello, y por eso está tan amargado, pero a la vez lo reviste todo de un cinismo que él cree le hace inmune. Algo parecido a lo que le sucede a numerosos publicistas.

Las citas de Frank Zappa, Luis Buñuel, Fernando Pessoa, o Frank Kafka que abren cada uno de los capitulos sirvieron de inspiración o las buscaste una vez terminada la novela?

Las empleé a posteriori para resaltar elementos de cada bloque del cómic, aunque son citas que voy acumulando según voy leyendo.

La «moraleja» de la historia puede ser que la solución a los problemas no pasa por la individualidad sino por unirse a los demás?victor2

Exactamente, no podía ser más de cajón. El individualismo es un espejismo en la historia de nuestra especie que apenas durará un siglo, y que se irá disipando conforme se vayan alumbrando nuevas (o viejas) formas de organizarse.

Pero esa unión tanto a nivel político como social vuelve a toparse con la realidad y aparece como una utopía, salvo algunas contadas excepciones ¿Crees que se llegará a conseguir?

El capitalismo es la utopía más irrealizable y destructiva que haya habido jamás (crecimiento infinito en un mundo limitado), y ahí seguimos, apuntalándola con fuerza con cada uno de nuestros más nimios gestos. Francamente, yo creo que podemos aspirar a algo mejor, y está en nuestra voluntad el querer hacerlo o no, lo demás son excusas.

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