Redacción. A falta de un solo día para la presentación oficial del equipo, las jugadoras del Atletic Club han pasado su primer reconocimiento médico-deportivo de la temporada en la Unidad de Medina Deportiva de la Clínica IMQ Zorrotzaurre. La plantilla rojiblanca femenina se ha sometido, como cada año, a un completo reconocimiento médico-deportivo de alta competición.
Un total de 23 jugadoras del primer equipo del club rojiblanco han pasado hoy por las instalaciones sanitarias para verificar, con un reconocimiento deportivo de alta competición, su estado de salud y rendimiento deportivo, lo que les habilitará para poder arrancar esta pretemporada.
El reconocimiento ha comenzado, tal y como explica el doctor Pablo Aranda, especialista en Medicina Deportiva de IMQ, «con una toma de muestra de sangre para efectura una analística, con la que comprobar diversos aspectos bioquímicos del suero sanguíneo. A continuación, realizamos una valoración cineantropomédrica (peso, altura y pliegues)».
El reconocimiento de las féminas tambien ha incluido un test isocinético, otro de fuerza y de movilidad articular, así como un electrocardiograma basal y una prueba de esfuerzo. Además se les ha practicado una auscultación cardio-pulmonar, una exploración del aparato locomotor, medicion de composición corporal y porcentaje de grasa, prueba de esfuerzo máxima en cinta deslizante y obtención de pulsos cardiacos. Todo ello con el objeto de mejorar las condiciones deportivas e individualizar el entrenamiento para cada jugadora.
En colaboración con el doctor Zigor Madaria, cardiólogo deportivo, se van a llevar a cabo las valoraciones en reposo de las jugadoras y la prueba de esfuerzo máxima con lactatos.
Estudio de la pisada
Una de las novedades en el reconocimiento sanitario del Athletic Club ha consistido en la realización de un estudio biomecánico podológico de las jugadoras, con pruebas exploratorias del miembro inferios y del pie, entre ellas: rangos de estabilidad articular, patrones torsionales, determinación de disemetrías, estudio de las cadenas musculares y estudios posturológicos, así como análisis de las presiones plantares y estudios de la marcha y del gesto técnico-deportivo.
De este modo se pretenden detectar y, con una prescripción facultada, compensar mediante elementos correctores o compensadores determinadas alteraciones biomecánicas del pie. Esto favorece el rendimiento deportivo de las jugadoras y reduce el riesgo de lesión.