Atrás quedan los tiempos en los que comprar un producto de una tienda bilbaína suponía tener que pagar en ese instante el cien por cien del dinero que costaba. Aunque hoy en día es la opción por la que se decantan la mayoría de consumidores, existe otra alternativa que también es tenida muy en cuenta. Nos referimos al pago fraccionado que poco a poco se va dejando ver en una mayor cantidad de comercios.
No solo hablamos de las tiendas físicas que hay en Bilbao, sino también de aquellas que operan completamente a través de Internet. En los dos casos, se brinda la posibilidad al usuario de pagar de manera fraccionada. Pero, ¿por qué?
Lo cierto es que este sistema trae consigo una gran cantidad de ventajas. Tras valorarlas convenientemente, numerosos comercios dan el paso de implementar un sistema como el de Floapay. A continuación veremos cuáles son estos puntos tan positivos.
Los consumidores pueden permitirse comprar productos que, sin el pago fraccionado, no tendrían la posibilidad de adquirir
Supón que el teléfono móvil es una herramienta de trabajo que necesitas sí o sí en tu día a día. Por desgracia, se te cae y termina rompiéndose. Así pues, necesitas un nuevo smartphone que tenga unas buenas especificaciones para que te ofrezca un rendimiento óptimo. El precio a pagar por este tipo de dispositivos es bastante caro y, desafortunadamente, no cuentas con los ahorros necesarios. Sin embargo, hay una tienda que te permite comprarlo con un sistema de pago fraccionado.
Es decir, en vez de pagar el importe de golpe, se divide en varias partes para que el pago sea mucho más cómodo. Quizá creas que esto solo te beneficia a ti, pero lo cierto es que también es muy positivo para la tienda que te habrá vendido el móvil.
Sin el pago fraccionado, habrías recurrido a otro comercio distinto, por lo que la facturación sería inferior, amén de los beneficios obtenidos a final de mes. De hecho, este sistema es ideal para aquellas tiendas que quieren conseguir una ventaja competitiva frente a los demás comercios del mismo sector.
Por otra parte, la flexibilidad tan grande se traduce en que algunos usuarios vayan más allá y no se limiten a comprar solo aquel producto que necesitan. Al poder fraccionar el pago, ciertos consumidores añaden más artículos a la cesta, sabiendo que gracias al hecho de pagar cómodamente los productos podrán permitirse un mayor desembolso.
En definitiva, el sistema de pago fraccionado termina repercutiendo muy positivamente en la economía tanto de los clientes como de las propias tiendas, porque facturan bastante más que antes de su implementación.
Sistema versátil que se adapta perfectamente a tiendas online y comercios físicos
Las ventajas que hemos descrito antes llevan pudiéndose obtener desde hace unas cuantas décadas. Sin embargo, antaño no era muy habitual que los comercios dispusiesen de un sistema de pago fraccionado. La situación empezó a cambiar conforme evolucionó la tecnología. El surgimiento de plataformas como Floapay supuso un antes y un después.
Todos los pagos que sean de un mínimo de cincuenta euros y, como máximo, seis mil euros, pueden ser abonados en tres o cuatro plazos. Sabiendo que ello beneficiará al negocio incrementando su facturación, cada vez más tiendas de las que se encuentran en Bilbao no se lo piensan dos veces a la hora de implementarlo.
Instalarlo en una tienda física es realmente sencillo a la par que rápido. Cuando a los clientes se les ofrece la posibilidad de fraccionar el pago, en sus rostros puede apreciarse el sentimiento de satisfacción pura. Y no es para menos, puesto que en ese momento no se verán obligados a pagar la totalidad del importe.
Pero, ¿qué pasa con las tiendas online? Hay un aspecto crucial al implementar un sistema de pagos en un comercio electrónico: la seguridad. Por suerte, los sistemas de pago fraccionado como el de Floapay destacan precisamente por ser seguros a más no poder.
Por muy beneficioso que sea a nivel económico el hecho de no pagar el total de la compra, los usuarios no dan el paso si la plataforma a través de la que se tramita el pago fraccionado no les transmite la confianza necesaria. Afortunadamente, no es el caso de los sistemas que se desarrollan hoy en día.
Siguiendo el ejemplo de métodos de pago tan avanzados como PayPal y Bizum, el fraccionamiento de pagos por medio de Floapay y otras plataformas similares es seguro en todos los sentidos.
Precisamente debido a esta confianza que se traslada a los consumidores, no dudan a la hora de fraccionar sus pagos. Además, el funcionamiento del sistema es intuitivo de principio a fin, factor que se traduce en que la operación termine en un tiempo récord sin que surja ni una sola duda durante el transcurso del proceso, incluso si la llevan a cabo personas de avanzada edad.