La UPV colabora en el desarrollo de un fármaco para tratar la esquizofrenia

Campus de Leioa de la UPV-EHU. FOTO: Gorka Palazio.

REDACCIÓN BBN

Un consorcio público-privado liderado por la biotecnológica Iproteos, en el que también participan la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), el Instituto de Investigación Biomédica, el Centro de Regulación Genómica , y la biofarmacéutica Ascil-Biopharma, ha puesto en marcha un proyecto para avanzar en el desarrollo de un nuevo fármaco neuroprotector para el tratamiento de los déficits cognitivos asociados a la esquizofrenia y otros trastornos mentales.

Campus de Leioa de la UPV-EHU. FOTO: Gorka Palazio.
Campus de Leioa de la UPV-EHU. FOTO:  Gorka Palazio.

El proyecto, denominado ‘Spark’, tiene como objetivo probar el fármaco IPR019, que pertenece a una familia de compuestos de los llamados de “tercera generación” en seres humanos en 2016, para una futura aplicación en centros de salud. “Nuestro fármaco actúa mediante un nuevo mecanismo de acción no explorado hasta el momento en el tratamiento de la esquizofrenia, es así un first-in-class”, describe la científica Teresa Tarragó, de Iproteos e investigadora del IRB Barcelona.

El IPR019 es un derivado de péptido (proteína pequeña) capaz de atravesar la barrera hematoencefálica –un muro protector del cerebro, infranqueable para la gran mayoría de fármacos que existen en el mercado– que ya ha mostrado su eficacia como potenciador cognitivo en ensayos in vivo. Los científicos han conseguido una mejora notable de las capacidades del aprendizaje y memoria lo que hacen de él un tratamiento revolucionario para aquellas enfermedades del sistema nervioso central en las que las capacidades cognitivas se ven gravemente alteradas.

Los déficits cognitivos siguen siendo el gran reto en el tratamiento de la esquizofrenia, ya que afectan a la capacidad de aprendizaje y a las tareas cotidianas de los pacientes, siendo los responsables a largo plazo del potencial discapacitante de la enfermedad. Los tratamientos actuales no son capaces de actuar sobre estos déficits y, por ello, el desarrollo de nuevas moléculas como IPR19 abre perspectivas terapéuticas novedosas y esperanzadoras. Diversas compañías farmacéuticas han mostrado ya su interés en el proyecto”, señala Javier Meana, responsable del estudio en la UPV-EHU.

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